La dirección de RTVE priva de información local a millones de ciudadanos, precisamente en unas elecciones locales
Somos muchxs los que en esta época sufrimos la incomodidad de las alergias primaverales. Imaginemos por un momento que nuestro centro de salud más cercano no nos da la posibilidad de vacunarnos pese a tener las vacunas preparadas. Imaginemos que se practica toda la vacunación nacional en Madrid y, que una vez vacunados, nos dicen que el antídoto es válido únicamente para las alergias principales, que esa vacuna no nos va a aliviar del polen que existe en nuestro entorno más próximo.
Pues es ésta y no otra la política que pretende llevar la dirección de Servicios Informativos en la jornada electoral autonómica y municipal que se avecina. Se va a privar de información local a la ciudadanía. Es éste y no otro el concepto de servicio público que tienen los que nos dirigen en la actualidad.
De qué vale la cacareada digitalización de los CCTT y sus famosas sinergias entre RNE y TVE. Hace cuatro años, sin digitalizaciones y sin sinergias, los centros territoriales partiparon activamente de la jornada electoral. Nos vendieron que con “lo mismo” haríamos más y estos mismos vendedores de humo ahora se contradicen abocándonos a hacer con lo mismo, peor gestionado, muchísimo menos.
Cómo vamos a explicar a la ciudadanía que dispone y financia una estructura territorial para dotar de información territorial de servicio público y que ésta no va ser usada. Pero claro, probablemente eso es precisamente lo que pretenden esos mismos vendedores de humo y enemigos de lo público.

Por otro lado, lamentamos profundamente que la mayoría de las secciones sindicales presentes en el CI hayan perdido una gran oportunidad para presionar a la dirección con la firma del pacto electoral. En CGT tenemos claro que los CCTT y UUII deben desempeñar una labor fundamental en una jornada de estas características y nos preguntamos qué criterios torticeros han movido a la dirección a tomar tan irresponsable decisión. No sabemos si será derivada de un control político más férreo que gestione el más que probable desteñimiento azul del mapa autonómico o, tal vez, sea simple ineptitud. O las dos cosas.
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